La ultra de Andorra no estaba entre mis planes, ni pasados, ni presentes, ni futuros.
La ultra de Andorra no estaba entre mis planes, ni pasados, ni presentes, ni futuros.
Vaya por delante, como diría Jordi el de mi club, que no pudo ser. Me hubiera gustado que esta crónica hubiera sido un relato épico, donde tras una travesía rodeando el Montblanc, y superando una serie de vicisitudes, conseguí cruzar meta.
Entre unas cosas y otras, y nueva visita al baño (el voluntario me recomendó unos porque según él los primeros estaban fatal), tardé media hora en abandonar el avituallamiento de Montgarri.
Sinceramente, no recuerdo exactamente en qué momento empecé a pensar en hacer cien millas. Yo creo que desde que empecé a correr en 2010, y luego en 2013 hice mi primera Carrera del Ebro, la larga distancia era lo que más me atraía.
Tras dejar la bolsa de vida que recogeriamos en Courmayeur ( km80), Jordi y yo nos fuimos hacia meta; ibamos con tiempo unas dos horas , algo que merecio mucho la pena !!!
Ahora, pasados unos días quiero escribir mi crónica de la ultra de Montblanc. Todo por una casualidad, esos clicks tontos del ordenador, me descubren una gente que corre la Vuelta al Aneto 2012, ¡anda!, montaña que la he mamado toda la vida y el correr. Gracias Andandaeh.
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