Tras 12 semanas de plan, me planté el 3 de abril en la salida del XV Maratón de Zaragoza. El día amaneció muy fresquito.Una “nortada” había traído heladas y nieve a la península. Y lo peor, viento.
Tras 12 semanas de plan, me planté el 3 de abril en la salida del XV Maratón de Zaragoza. El día amaneció muy fresquito.Una “nortada” había traído heladas y nieve a la península. Y lo peor, viento.
Han sido meses muy complicados para los eventos deportivos pero poco a poco todo va volviendo a la normalidad. Las pruebas van reapareciendo en el calendario y en esta última parte del año se han aglomerado muchas en las ciudades más importantes.
Ya tenemos ante nosotros un nuevo año. Arranca 2020 y en la agenda de todos empiezan a surgir nuevos y emocionantes retos. En mi caso, fiel a mi cita, empieza como siempre. Si algo funciona, para que cambiarlo.
Me apunté al Maratón de Málaga casi un año antes, tras volver del de Valencia. Ante la propuesta de algún compañero de fatigas, acepté.
Volvemos a las andadas. Como los últimos años, mi temporada finaliza con la participación en "Ehunmilak". Esta vez con más razón, al tercer intento, por fin pude completar la prueba.
A la maratón de Canfranc no llevaba idea de apuntarme, que conste en acta. Pero después del abandono en el Aneto, se me metió en el coco la idea de un cierre de temporada majete.
Arrancamos 2019. Otro año más en los que intentar buscar nuevos retos.
Bueno, empecemos por el principio. Desde la maratón de Zaragoza de 2016, yo tenía ganas de un sub 3:30 en esa distancia. Esa vez no pudo ser, y al año siguiente tampoco, y la idea me rondaba por la cabeza cosa mala.
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