Arrancamos 2019. Otro año más en los que intentar buscar nuevos retos.
Arrancamos 2019. Otro año más en los que intentar buscar nuevos retos.
Vaya por delante (como diría Jordi el de mi club) que no esperaba repetir esta ultra tan pronto. “Repetirás”, me decía el año pasado por estas fechas Óscar el andarín. “Esta ultra es de las que se repite”.
Después de varios años detrás de un sueño que se me resistía, unas veces por dinero y otras por trabajo, en 2018 por fin lo pude llevar a cabo.
Después de dejar el verano atrás, volver a los entrenamientos, solo me quedaba retomar las viejas costumbres. Tocaba turno de noches en el trabajo y con ello, la búsqueda de una carrera para ir sin dormir el domingo.
Seguimos poniéndonos a punto en este arranque de temporada que tanto me está costando. La única manera de volver a coger el gusanillo es apuntándome a carreras.
La Hiru Haundiak es una marcha montañera que une la ascensión a tres de las cimas emblemáticas de los Montes Vascos: Gorbea, Amboto y Aizkorri. Hace unos años surgió la versión competitiva. Hay gente que la sigue realizando con bota, y los más, con zapatillas de trail.
Inevitablemente, el día tenía que llegar. Se ha acabado el verano. Pensaréis: ¡Ya hace tiempo que terminó! Cierto, pero los zaragozanos lo alargamos hasta las fiestas del Pilar. Así somos. Una vez sonaron los últimos fuegos artificiales, había que retomar los entrenamientos y las competiciones.
Se acabó el verano. Atrás quedan aquellos días de excesos en los que la única preocupación era no deshidratarme y no precisamente de agua. Vuelve a arrancar una nueva temporada.
Estaba dudando de si escribir una crónica del Trail Valle de Tena. Pero creo que de todo se aprende, incluso de las experiencias que no salen como hubiéramos soñado. Así que allá va mi crónica de esta carrera en este valle tan espectacular.
Hace un año, mientras cruzaba meta tras las 17 horas de la Vuelta al Aneto, juraba que “no volvía ahí en mi puñetera vida”. La verdad que no tenía intenciones de repetir, y la siguiente prueba que me interesaba, que era el Gran Trail, no lo tenía en mente en un futuro próximo.
Casi fue hace un millón de años cuando el heavy me dijo: “Espero, que te meto a este grupo de WhatsApp, que estamos unos cuantos azulillos que queremos hacer Peñalara en 2018”.
Todo corredor tiene una fecha clave en el calendario. Aquella que da sentido a todo lo hecho anteriormente. Sobre este día gira la preparación y has de llegar en el mejor estado de forma posible.
Artieda - Izco (51,6 km)
Amanece un nuevo día en el Camino. Esta vez decido madrugar un poco más para evitar algo las horas de sol pero al final solo consigo rascar media hora.
Artieda - Izco (51,6 km)
Amanece un nuevo día en el Camino. Esta vez decido madrugar un poco más para evitar algo las horas de sol pero al final solo consigo rascar media hora.
Si, ya lo se, tenéis razón. Dije que había terminado mi temporada de asfalto y ahora me iba a centrar en la montaña. Acumular desnivel sin conocimiento para llegar lo mejor posible al gran reto del año: Ehunmilak.
Fiel a mi cita con el turno de noches, me tocaba buscar una carrera con la que rematar la larga jornada nocturna del sábado.
Bueno, empecemos por el principio. Desde la maratón de Zaragoza de 2016, yo tenía ganas de un sub 3:30 en esa distancia. Esa vez no pudo ser, y al año siguiente tampoco, y la idea me rondaba por la cabeza cosa mala.
Seguimos acercándonos al verano, temporada estival donde empiezan a proliferar las carreras de montaña. Es en este momento, donde todo corredor saca su agenda y empieza a hacer encaje de bolillos.
Desde que crucé la meta el año pasado en el Santuario de Sant Joan de Penyagolosa, en mi mente estaba la convicción de volver a repetir en 2018. La gran experiencia que viví, la impecable organización y los avituallamientos me habían enganchado.
Esta es la historia de un chico que se encontraba solo frente a su ordenador el 1 de abril. Justo era el día que acababan las inscripciones para "Nafarroa Xtreme". Las horas pasaban muy rápido y se acercaban las 12 de la noche.
Después de la gran experiencia vivida en "UT Les Fonts" el año pasado, quería volver a participar en una carrera por etapas.
A la media de Zaragoza le pillé una manía exagerada en 2016. Venía de la media de Tudela, donde hice mi mejor marca, y creí que bajar hasta el 1:35 era cosa fácil. ¡Ja! No hubo manera y al final me pilló la liebre de 1:40.
Este fin de semana no tenía pensado correr pero casualidades de la vida, en su día me apunté a un sorteo por Facebook para la "XXI Media Maratón de Zaragoza" y me tocó.
Recién acabado el "VIII Maratón de Castellón" con una marca que ni me imaginaba, llegué a Zaragoza con la euforia por las nubes.
Sigue la temporada a ritmo de 42 kilómetros. Gracias al poder de convicción de Quique, compañero de ANDANDAEH, me animé a participar en el "VIII Maratón de Castellón".
Me tocaba afrontar mi primer turno de noches en 2018. El lunes, fiel a mi tradición, me puse a buscar alguna carrera que poder hacer en mi modalidad "Ir sin dormir".
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